El pasado jueves 21 de marzo, el Teatro Barceló de Madrid se llenó de energía, talento y mujeres con un concierto que reunió a cuatro artistas emergentes de la escena musical española: Jimena Amarillo, Lusillón, Epineli y Repion.
Lo que se auguraba como un concierto lleno de canciones nostálgicas se convirtió en una gran fiesta en la que destacaron las colaboraciones y las versiones inesperadas. Cada una con su estilo propio, lograron conectar con el público y crear una atmósfera única en la que la música fue la protagonista.
Espineli saltó la primera al escenario, con su propuesta de música pop – electrónica en la que también se podían distinguir ritmos latinos y palmas flamencas. Con un estilo que en momentos recordaba a algunos temas de Ralphie Choo, Espineli no solo cantó sus propios temas, sino que además hizo remix de las canciones de las demás de una manera que hizo saltar a toda la sala.
Tras ella, Jimena Amarillo junto con su guitarra acústica llenó la sala con su voz, cautivando a todo el público. Hasta alguna persona le gritó “GRACIAS” cuando empezó a cantar Cómo decirte mi amor y a contar historias sobre sus numerosas ex. Además de cantar temas como “Tres amigas tuyas” en una versión bastante más light que la original, sacó a todas las demás para hacer una versión roquera de Ni se nota. Se lo pasaban tan bien cantando juntas que transmitieron esa energía al público, que no paraba de cantar.
Lusillón tomó el escenario con su energía contagiosa y su estilo urbano. Saltando de un lado para otro con su coleta kilométrica y sus pantalones baggy sus canciones de amor fueron especialmente aclamadas por el público al estar su novia entre los asistentes. Además, anunció un nuevo tema que saldrá la semana que viene y cantó su versión de El farsante, acompañada de todas las demás y que finalizó con un remix tecno de parte de Spineli.
Repion cerró la noche con broche de oro, con un show lleno de fuerza y ritmo. Sus canciones, que fusionan rock, pop y electrónica, hicieron vibrar al Teatro Barceló. La batería retumbaba por toda la sala, pero aun así la voz de la cantante lograba abrirse paso, animando al público a cantar con ellas.
Fue con concierto de energía única, en la que se mezclaban chistes heterófobos con canciones hacia sus exparejas, versiones más acústicas de canciones antiguas de sus discografías y colaboraciones que, como dijeron ellas mismas, “jamás se van a poder volver a ver”. Sin duda, el concierto del 21 de marzo en el Teatro Barceló fue una noche memorable que quedará grabada en la memoria de todos los que asistieron.